Yo, con el terrible engendro entre las manos ( ÏA, ÏA...)
Tras superar dificultades de última hora (la revista no llegó hasta el mismo Sábado por la mañana, la imprenta nos tuvo en vilo hasta el último minuto. La climatología también hizo de las suyas pues el día se presentó lluvioso y frío), a las 7,30 de la tarde, aproximadamente, procedimos a la presentación de la revista en la librería En Portada que registró un lleno absoluto.
Carlos Lamani contemplando atentamente su inquietante invento.
Contamos con la presencia de Lorenzo Pascual (DIÁBOLO EDICIONES) nuestro flamante editor que se desplazó desde Madrid para estar con nosotros (cosa que le agradecemos enormemente). Agradecimientos también para la gente que se animó a acercarse a la librería en un día tan desapacible para compartir un ratito agradable y cálido con este puñado de soñadores irredentos que somos y apoyar la salida de la revista.
El dibujante Pepe Avilés, fiel a la cita, junto a un bellezón malagueño.
Al final, como podréis comprobar por la fotos, fué un éxito total del que todos acabamos muy satisfechos. La mayor parte del mérito fué de la librería En Portada y sus dos adalides: Juan Pablo y Peter, que se desvivieron para que todo estuviese perfecto (incluidas las fotos que son obra del primero de ellos).
Y este es mi otro engendro demoníaco (no hay más que verle la carilla de diablejo)
Y qué deciros de la emoción de tener por fin en las manos a la criatura de nuestros desvelos, con ese olor a cosa nueva, recién hecha. Mereció la pena el esfuerzo y la espera, y los agobios que nos pillamos en los últimos días por culpa, sobre todo, de los nervios.
Una vista del interior de la librería durante el evento ¡¡gracias a todos, majetes!!
En fin, lamentar que nuestro querido Álex Ogalla no pudiese asistir por causas ajenas a su voluntad. Es jodido después de haber estado compartiendo esfuerzos codo con codo todo un año.
Pero CTHULHU ya está aquí. Eso es lo importante.
Lorenzo Pascual no es solo un buen editor, sino una persona agradable y campechana. De todos depende que el invento funcione y se convierta en una pequeña fábrica de sueños y agradables pesadillas.

Crónica realizada por
Manuel Mota